CAN, integración de opuestos

CAN, integración de opuestos

Mery Vaca La Paz Dos bloques ideológicos opuestos se sientan a conversar. Tarija, una pequeña y apacible ciudad ubicada en el sur de Bolivia, es la sede de la 17º Cumbre de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) este miércoles y jueves. Los presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, además de Chile, que se reintegra al bloque, asisten a la cita. Dos bloques ideológicos opuestos ­la izquierda de Bolivia y Ecuador, por un lado, y la centro-derecha de Colombia y Perú, por el otro­ iniciarán la negociación para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con la Unión Europea (UE), pero ésta marchará a velocidades diferentes. Además, el presidente boliviano, Evo Morales, entregará la presidencia pro tempore de la CAN a su par colombiano, Álvaro Uribe, por lo que "hay que dejar las directrices claras sobre un concepto integral, más allá de lo comercial", dijo a BBC Mundo el director general de la Secretaría de la CAN, el boliviano Adalid Contreras. Presiones Antes de la cumbre, Bolivia creó tensión en la Comunidad Andina porque se negó a iniciar las negociaciones con Europa si no se excluían cuatro temas de la agenda que tienen que ver con su política nacionalizadora: propiedad intelectual, inversiones, servicios básicos y compras estatales. Debemos actuar comunitariamente; a pesar de las diferencias nos respetamos, nos toleramos Adalid Contreras, director general de la Secretaría de la CAN Entretanto, Colombia y Perú presionaban para iniciar cuanto antes las conversaciones con los países europeos, a riesgo de aislar a Bolivia. Finalmente, los andinos decidieron iniciar las negociaciones, pero Bolivia se abstendrá de tomar decisiones sobre esos cuatro temas observados y el proceso avanzará respetando las asimetrías de los países. Sin embargo, todo tiene un límite y el viceministro de Relaciones Económicas de Bolivia, Pablo Guzmán, dijo que "Perú y Colombia podrán avanzar hasta donde consideren que lo deben hacer, siempre en el marco de la normativa de la Comunidad Andina; no pueden excederse de allí". Adalid Contreras comentó que "debemos actuar comunitariamente; a pesar de las diferencias nos respetamos, nos toleramos". El funcionario agregó que "Bolivia está en un proceso de renacionalización, por ejemplo en la telefonía y el agua. La Unión Europea recomendaría un modelo mixto, pero como Bolivia está en otro proceso, se la respeta". Visiones Estas dos visiones dentro de la CAN preocupan a los empresarios porque puede llevar a un enfrentamiento entre países andinos. Tarija acoge a los mandatarios hasta este jueves. El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, dijo a BBC Mundo que "lamentablemente hay dos visiones fuertemente confrontadas, lo que no trae buenos augurios". "Por un lado, Colombia y Perú que ya firmaron un TLC con Estados Unidos, ahora lo harán con Europa y ponen sus ojos en Asia. Creemos que esa es la visión correcta. Y lamentamos que haya una visión que mira atrás, que es estática, que confronta", agregó Rodríguez, refiriéndose a Bolivia y a Ecuador. Estos dos países se negaron a negociar el TLC con Estados Unidos y ahora apuestan a la ampliación de las preferencias arancelarias que brinda la Casa Blanca a los países que luchan contra el narcotráfico, mientras que Colombia y Perú avanzaron en el libre comercio. El ex canciller boliviano y docente de diplomacia, Armando Loaiza, considera que en materia de comercio "Bolivia actuó con bastante ideologización; algunos dicen que por la presión que hace Venezuela, pero yo prefiero no opinar sobre eso". Venezuela abandonó la Comunidad Andina el año pasado. El presidente Hugo Chávez había dicho entonces que "la CAN está muerta", pero ahora el bloque se esfuerza en mostrar fortaleza tanto por las negociaciones con la Unión Europea como por el regreso de Chile. Rumbo El ex canciller Loaiza indicó que "la CAN está apostando a continuar con el proyecto, pero esta reunión de Tarija es interesante para ver qué derrotero juegan los países". Gary Rodríguez, del IBCE, espera que la apertura de Bolivia para negociar con Europa sea sincera y que no haya sido sólo una pose "política y mediática" para salvar la Cumbre de Tarija. Perú y Colombia podrán avanzar hasta donde consideren que lo deben hacer, siempre en el marco de la normativa de la Comunidad Andina; no pueden excederse de allí Pablo Guzmán, viceministro de Relaciones Económicas de Bolivia La presidencia de la CAN en manos de Álvaro Uribe trae expectativas diferentes. Por un lado, los empresarios bolivianos esperan que Bolivia tome el ejemplo de Colombia para acelerar la producción y al comercio y, por otro, el gobierno quiere una CAN tan política como comercial. Por eso mismo, Adalid Contreras, de la CAN, recuerda que el acuerdo de asociación comercial con la Unión Europea, no sólo debe referirse a la integración comercial, sino también a la agenda política y a la cooperación. Pese a las diferencias ideológicas de los gobiernos, los asistentes a la Cumbre de la CAN apuestan por el fortalecimiento del bloque. La CAN surgió en 1969 con el Pacto de Cartagena, cuenta con una población de 98 millones de personas y registra exportaciones intrabloque por más de US$5.000 millones y exportaciones al resto del mundo por más de US$64.000.

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Rodrigo González Fernández
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CRISTINA BITAR VENDE EL ALMA AL DIABLO

Esta profundamente equivocada Cristina Bitar. Si importan metros más y metros menos. La geopolitica de  los extremos limitrofes en Chile es de enorme valor más que cualquier negociación comercial y de competencia exterior. Sin la primera sana y estable no se da la segunda.

Su planteamiento es vender el alma al diablo....es antichileno y provocador innecesario
Chile ha manifestado que no tiene cuestiones limitrofes con el Perú.
observatorio-politico.blogspot.com

Es más lo que nos une

Cristina Bitar

Cristina Bitar

El informe de la fiscal de la Corte Suprema que recomienda acceder a la extradición solicitada por el gobierno del Perú del ex Presidente Fujimori ha vuelto a poner la atención sobre las relaciones con nuestro vecino del norte. Una vez más aparecen nubarrones negros que amenazan con tormenta.

Un posible diferendo en la Corte Internacional de La Haya, por el límite marítimo, y la próxima resolución del juez y de la Corte Suprema chilena, sea cual fuere, son hechos muy fuertes, que parecen capaces de dar argumentos a quienes siguen aferrados a una errada lógica de confrontación y reivindicaciones entre Chile y Perú.

El salto al desarrollo no es sólo un problema de políticas económicas, es antes que nada una cuestión cultural y de conocimiento. Las épocas en que se pensaba que la riqueza provenía exclusivamente de fuentes naturales están en el pasado. Hoy, sabemos que el progreso se funda principalmente en el capital humano, en el conocimiento, en la capacidad gerencial, en las políticas públicas correctas y bien aplicadas. Los que crean valor y, por ende, bienestar para la sociedad, son las personas. Europa entendió esto hace muchas décadas y eso le permitió dejar atrás dos guerras mundiales atroces. La lógica de los imperios militares dio lugar a una lógica de la integración y ello trajo como consecuencia la virtual desaparición de las fronteras.

Ese es el ejemplo del que nosotros debemos aprender. Nuestra riqueza y nuestro desarrollo no dependen de que una frontera se desplace unos metros más allá o más acá. El mundo es hoy infinitamente más grande y competitivo que hace cien o ciento cincuenta años. Hoy, Chile no necesita competir con Perú, ni Perú con Chile; actualmente, ambos países se enfrentan a una competencia feroz con los tigres asiáticos, con India, con China, con las barreras de entrada a nuestros productos en los países desarrollados, que son siempre una amenaza latente, y por eso, como continente, necesitamos ser capaces de ampliar mercados y hacer oír nuestra voz. En el objetivo de llegar a ser países desarrollados, a Chile le conviene que Perú crezca y a Perú le conviene que Chile haga lo mismo. Además, reconozcamos la verdad: son muy pocos los países sudamericanos que están avanzando. El populismo, la irresponsabilidad y las amenazas a los valores democráticos se asoman de nuevo por nuestro barrio.

Chile, primero, y Perú, después, son países que empezaron a hacer las cosas bien. Derrotaron la amenaza terrorista, contuvieron el riesgo del narcotráfico, aplicaron políticas económicas bien orientadas.

El crecimiento de Perú en los últimos años es un dato importante de tener presente. El tono que marcaron los presidentes García y Bachelet marcó un momento de esperanza para todos los que creemos que es posible darle un giro a la historia, los que soñamos con la integración, con el desarrollo conjunto, con la ampliación recíproca de nuestros mercados, con la unión cultural, con dos países y pueblos que pueden apoyarse y potenciarse en valores comunes, marcando un rumbo al resto de nuestro subcontinente. Para los que seguimos de cerca lo que sucede en Perú, el gobierno del Presidente García ha sido una luz de esperanza, en el sentido de que se puede consolidar la democracia, el crecimiento económico y avanzar hacia la transparencia. Sobre esos pilares Europa resurgió de las cenizas. Sobre esos mismos pilares, y no sobre conflictos estériles, Chile y Perú pueden decirle al resto del mundo que aquí en Sudamérica también se puede construir progreso, civilización y cultura cívica. Esta es una gran oportunidad: ya es mucho más lo que nos une que lo que nos divide.

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Rodrigo González Fernández
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