Volatilidad financiera y bancos zombi
La volatilidad financiera se ha adueñado de la escena tomando el sinuoso control de los mercados e inyectando aún más complejidades a las ya existentes. Tras las pérdidas de Bank of America, Citigroup y Royal Bank of Scotland, se teme por la caída de JP Morgan, lo que marcaría la claudicación total del sistema. El nerviosismo cunde y los activos tóxicos que aún no han sido declarados se ciernen como una nube negra en los mercados.
Por eso se habla de bancos zombi, bancos muertos caminando, que se han tragado los recursos que le inyectan pero no prestan, no permiten la circulación y tienen frenado a todo el sistema. La liquidez se ha congelado producto del cuantioso aumento de los activos financieros que, como señala el último informe sobre el mercado financiero global de la consultora McKinsey (Mapping Global Capital Markets), se multiplicaron por 5 veces desde 1980. El informe presenta un cuadro del aumento de los activos financieros desde los años ochenta y su relación con el PIB mundial.