La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) informó ayer de que los flujos de inversión extranjera directa a nivel mundial aumentaron, por tercer año consecutivo, un 38% hasta alcanzar los 922.060 millones de euros (1.306 millardos de dólares), lo que pone de manifiesto, a juicio de esa organización internacional, «la solidez de la economía en muchas partes del mundo», ya que el crecimiento «se dio en los tres grupos de economías: los países desarrollados, los que están en vías de desarrollo y las economías en transición de Europa sudoriental y la Comunidad de Estados Independientes».
Las multinacionales de los países desarrollados movieron el 84% de las inversiones en el exterior en 2006. El informe reconoce el trato de favor que tienen esas empresas a nivel fiscal y en materia de inversión, aunque reconoce que «está surgiendo un rechazo, que está encabezado por Venezuela y Bolivia», precisa el informe.
Entre las razones del fuerte crecimiento de los flujos mundiales de inversión extranjera se encuentran, según ese organismo internacional, «los beneficios cada vez mayores de las empresas en todo el mundo y el consiguiente incremento del precio de las acciones, que elevó el valor de las fusiones y adquisiciones transfronterizas».
El secretario general de la UNCTAD, Supachai Panitchpakdi, asegura que en el primer semestre de este año ya se ha producido un incremento del 66% en las fusiones transfronterizas. La duda principal en estos momentos se encuentra en el efecto que tendrá la crisis financiera. Aunque desde ese organismo no se presta demasiada atención, sí se reconoce que puede producirse «un ligero parón inversor».
Según el informe, la actividad económica que generó la inversión extranjera y la propia actividad de las multinacionales en todo el mundo ascendió el año pasado a más de 8,4 billones de euros. Esa actividad económica la movieron 78.000 empresas transnacionales de todo el mundo que son propietarias de unas 780.000 filiales extranjeras.
Se calcula que, en 2006, las ventas de las grandes empresas supranacionales crecieron un 18%, el valor de su actividad se elevó en un 16% y las exportaciones de esas filiales aumentaron en un 12%.
Países desarrollados
Según detalla el organismo internacional, los flujos de entrada de la inversión extranjera directa en los países desarrollados aumentaron en un 45% hasta alcanzar 605.055 millones de euros (857.500 millones de dólares). La inversión en los países en desarrollo y las economías en transición alcanzaron sus niveles históricos más altos: 267.580 millones de euros (379.100 millones de dólares), lo que supuso un incremento del 21% respecto a la actividad económica de un año antes.
Estados Unidos recobró su posición como principal país receptor de inversión extranjera, seguido por Gran Bretaña, el Estado francés, el Estado belga y China, que frenó «un poco la acumulación de inversión externa durante el año pasado».
Un dato destacado en el informe muestra que en 2007 se produjeron 172 «megatransacciones», una actividad que no se conocía desde 2000. Según ese organismo de la ONU, esas operaciones empresariales están valoradas en más de 1.000 millones de euros, lo que representa ya dos terceras partes del valor total de las fusiones y adquisiciones transfronterizas.
Se prevé que en 2007 y en años siguientes se mantendrá la tendencia al alza de la inversión extranjera, «si bien a un ritmo algo más lento que en 2006». Esta previsión, según UNCTAD, está confirmada por el aumento de fusiones y adquisiciones transfronterizas mundiales, que ya suman 410.195 millones de euros en el primer semestre.
Fondos privados
Otra tendencia notable en la actividad mundial de fusiones y adquisiciones fue la creciente importancia de los fondos privados de inversión en acciones y otros fondos colectivos de inversión. En 2006, dichos fondos participaron en fusiones y adquisiciones transfronterizas por un valor de 158.000 millones de dólares, lo que representa un aumento del 18% respecto de 2005. «El deseo de obtener mayores beneficios y la gran liquidez existente en los mercados financieros mundiales contribuyeron a impulsar esas adquisiciones. Cada vez en mayor medida, las sociedades privadas de inversión en acciones están adquiriendo grandes sociedades admitidas a cotizar en bolsa, lo que difiere de su estrategia anterior de invertir en activos de gran rendimiento y alto riesgo o en empresas privadas», según explica el secretario general de ese organismo internacional.
Otro dato que incorpora el informe de 2007 es que «en contraste con el auge de las fusiones de los años noventa, esta vez las transacciones se financiaron principalmente con efectivo y deuda y no mediante un intercambio de acciones».