CHILE UN PAIS GLOBALMENTE CONECTADO

UN PAIS GLOBALMENTE CONECTADO Además de gozar de altos niveles de conectividad y de una infraestructura de telecomunicaciones de primera línea, Chile posee una sólida red de conexiones con el resto del mundo. Sus eficientes servicios de transporte, logística y comunicaciones -sumados a una infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria de primer nivel- han sido cruciales para superar la distancia geográfica que separa al país de los grandes centros de negocios del mundo. Para noviembre de 2005, 33 aerolíneas internacionales y regionales operaban en Chile, de las cuales 21 ofrecían vuelos internacionales directos, incluyendo 105 vuelos directos semanales a Argentina, 14 a México, 45 a ciudades en los Estados Unidos, 37 a capitales europeas y 5 a Nueva Zelanda. Transporte Internacional de Carga Los puertos chilenos operan en un sistema mixto que incluye terminales a cargo del Estado (10 en total), puertos de propiedad privada (12) y otros de propiedad estatal concesionados a operadores privados (15). A través de los puertos se transportan el 65,2% de las importaciones y el 96,4% de las exportaciones chilenas. En el contexto latinoamericano, Chile ocupa el tercer lugar en movimiento de carga portuaria, con más de 89 millones de toneladas en el año 2004, después de México y Brasil. A medida que las exportaciones chilenas se han incrementado y diversificado hacia productos de mayor valor agregado, la demanda por servicios de transporte de carga aérea también ha aumentado. En el año 2004, se trasladaron más de 270 mil toneladas desde el moderno terminal de carga de AMB, comparadas con sólo 100 mil en 1990. Cabe destacar que el aeropuerto de Santiago cuenta con las instalaciones de refrigeración más grandes de América Latina. Entre las principales empresas internacionales de courier que operan en Chile se cuentan DHL, FedEx, TNT y UPS. Este mercado, que incluye a casi 30 empresas privadas, es altamente competitivo. A pesar de la distancia geográfica, el tiempo de despacho hacia Estados Unidos y Europa (24 - 48 horas en el caso por ejemplo, de Miami y Nueva York) no es superior a lo que tardan los envíos desde otros países de América Latina. A través de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), lanzada el 2000, Chile está trabajando con otros 12 países de América del Sur para desarrollar una red de corredores de transporte -ocupando infraestructura vial y ferroviaria, al igual que los ríos- a lo largo de la región. Además de beneficiar a los exportadores chilenos hacia Argentina y Brasil, esta iniciativa facilitará la utilización de puertos chilenos para exportaciones de otros países de la región a Asia. La IIRSA proyecta diez corredores bi-oceánicos, de los cuales cuatro pasan por Chile: a) Eje Interoceánico Central (Arica-Iquique, Santa Cruz, Santos) b) Eje Capricornio (Porto Alegre, Asunción, Jujuy y Antofagasta) c) Eje MERCOSUR-Chile (Curitiba, Belo Horizonte, Río de Janeiro, Sao Paulo, Buenos Aires y Santiago) d) Eje del Sur (Concepción, Neuquén y Bahía Blanca)   Asociacion Publico-Privada: Chile Construye Futuro Desde mediados de la década de 1990’s, cuando Chile lanzó el Programa de Concesiones de Obras Públicas, el sector privado participa activamente en la construcción y desarrollo de la infraestructura física del país. Esta asociación público-privada no sólo se ha traducido en un rápido progreso en un área que podría haberse convertido en un cuello de botella para Chile; además, ha permitido liberar recursos fiscales para destinarlos a la inversión social y ha abierto nuevas oportunidades de negocios para inversionistas locales y extranjeros. La estabilidad económica y política de Chile es identificada como un factor clave en el éxito de estas asociaciones bajo las cuales los inversionistas recuperan su desembolso a través de períodos de hasta treinta años. En vista de los resultados positivos de estos contratos -en los que, además de empresas locales, unas 25 empresas extranjeras están participando- el programa de concesiones ha sido extendido a otras áreas, más allá de las autopistas y los aeropuertos, para incluir proyectos de irrigación agrícola, la construcción de nuevas cárceles, hospitales, caminos rurales y servicios ferroviarios. Desde 1995 a la fecha, los inversionistas destinaron más de US$ 6,5 billones a 49 proyectos de concesiones. Financiados a través de la IED, préstamos de bancos chilenos y colocaciones de bonos en los mercados locales e internacionales, estos proyectos incluyen: Carretera Panamericana: A través de ocho contratos de concesiones diferentes, todos los cuales estaban en operación hacia noviembre de 2005, más de 1.500 km. de la Carretera Panamericana, principal arteria del sistema vial de Chile, han sido modernizados, dejándolos a la altura de exigentes estándares internacionales. Estos contratos representaron una inversión total de más de US$ 3,7 mil millones. Aeropuertos regionales: Además de la expansión del Aeropuerto Internacional AMB de Santiago, nuevos terminales han sido -o están siendo- construidos en nueve ciudades de provincia, sumando una inversión de más de US$ 335 millones. Carreteras urbanas: El programa de concesiones también ha permitido una modernización de la infraestructura vial en la ciudad de Santiago, donde empresas privadas están construyendo o mejorando cuatro carreteras. Éstas son la nueva Costanera Norte y la Autopista Central -ambas parcialmente operativas para abril del 2005- y una renovación de dos segmentos de la circunvalación Américo Vespucio de la ciudad que se encuentran plenamente operativas desde enero 2006. Además, se han otorgado contratos para tres proyectos más pequeños: un nuevo camino de acceso noreste a la ciudad, la variante Vespucio-El Salto-Kennedy y el paso bajo nivel Suiza-Las Rejas. Juntos, estos proyectos representan una inversión total de casi US$ 1,8 mil millones e involucran la construcción de 230 kms. de nuevas carreteras. Infraestructura penitenciaria: Tres contratos de concesiones, por un valor de US$ 180 millones, han sido adjudicados para construir un total de ocho cárceles en diferentes ciudades del país, de las cuales la primera entró en operación en noviembre del 2005. Además, a mediados del 2005, una empresa de concesión entregó la primera etapa del nuevo Centro de Justicia en Santiago, un proyecto de US$ 80 millones requerido bajo la reforma del sistema de justicia criminal de Chile. Transporte público en Santiago: El programa de concesiones también está siendo utilizado para desarrollar nueva infraestructura necesaria para Transantiago, el plan del gobierno para la modernización del transporte público en Santiago. Los contratos para la construcción de dos estaciones de trasbordo en las comunas de Quinta Normal y La Cisterna -representando una inversión total de US$ 50 millones- se otorgaron a principios de 2004 y, en 2006, se planea adjudicar otros contratos, incluyendo a más estaciones de trasbordo y nuevas conexiones viales. Ferrocarriles: En una iniciativa paralela, el gobierno también está buscando incorporar capitales privados a la recuperación y desarrollo de la infraestructura ferroviaria de Chile. Los servicios de carga fueron privatizados en los noventa y el gobierno ahora se está enfocando en servicios de larga distancia para pasajeros, además de servicios de acercamiento en Santiago y el puerto de Valparaíso (V Región). Adicionalmente, a principios del 2006, el gobierno planea convocar a una licitación para recuperar el segmento chileno del Ferrocarril Trasandino Central entre Los Andes en Chile central y Mendoza en Argentina occidental. El contrato de US$ 70 millones involucrará la reparación del la línea férrea existente, actualmente en desuso, y la operación de un servicio de carga. Irrigación: A finales de 2004, se adjudicó un contrato de concesión para la construcción del embalse Convento Viejo en la VI Región, representando una inversión de US$ 120 millones. En  2006, se llamará a licitación para dos proyectos similares - el embalse Ancoa en la VII Región (US$ 46 millones) y el embalse Punilla en la VIII Región (US$ 190 millones). Estos proyectos buscan mejorar la irrigación y productividad agrícola en las tierras circundantes y, en el caso de Ancoa y Punilla, podrían incluir plantas hidroeléctricas asociadas. Infraestructura para el comercio: Bajo un contrato de concesión, otorgado a finales del 2004, un nuevo recinto de carga, que representa una inversión de US$ 10 millones, está siendo construido en Los Andes, un pueblo en el camino principal entre Argentina y el puerto de Valparaíso. El nuevo recinto está diseñado para facilitar el comercio bilateral y la exportación de productos argentinos a través de puertos chilenos. Puente Bicentenario de Chiloé: En enero del 2005, un consorcio internacional recibió un contrato para construir un puente colgante que unirá a la Isla de Chiloé en la X Región con el continente. El puente de 2,6 km. de largo, que representará una inversión de US$ 410 millones y que está programado para entrar en operación el 2012, será el puente más largo de su clase en América del Sur y uno de los diez más largos del mundo.   EL MODERNO AEROPUERTO DE SANTIAGO Según una encuesta a sus lectores publicada por la revista Latin Trade en febrero del 2005, el aeropuerto Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago es el mejor de América Latina. "Probablemente es el aeropuerto más simple para llegadas y salidas en las Américas…(y) le da mucha importancia a los servicios", señaló Latin Trade. Una encuesta similar de la revista AméricaEconomía en el 2004 -que incluyó a Miami además de aeropuertos latinoamericanos- encontró que AMB era calificado como el más seguro. Adicionalmente, los ejecutivos encuestados por la revista consideraron que, junto con Miami, ofrecía los mejores servicios. Estos elogios reflejan la expansión y modernización del aeropuerto llevadas a cabo como parte del programa de asociaciones publico-privadas de infraestructura, implementado por Chile. Bajo un contrato de concesión otorgado en 1997, un consorcio que incluye a dos empresas constructoras españolas y a un operador aeroportuario canadiense además de un conglomerado local, han invertido US$ 170 millones en el terminal de pasajeros y en las instalaciones de carga.   En 2004, casi 3,7 millones de pasajeros internacionales, y 2,5 millones de viajeros domésticos, usaron el aeropuerto AMB. Éste tiene unos 100 vuelos internacionales diariamente, incluyendo servicios operados por muchas de las principales aerolíneas norteamericanas y europeas, y una cantidad similar de vuelos domésticos a las principales ciudades de Chile. Con más de 250.000 m2 de plataformas de estacionamiento para aviones y 120 counters para pasajeros, el aeropuerto AMB es uno de los más modernos y espaciosos en América del Sur. El terminal de pasajeros de 90.000 m2 ofrece acceso Wi-Fi a Internet y una amplia variedad de restaurantes, locales de comida rápida y tiendas duty-free, además de centros de negocios y salas VIP, una de las cuales fue votada por los lectores de Latin Trade como la mejor de América Latina. En 2004, el aeropuerto AMB movió 270.000 toneladas de carga aérea, comparado con sólo 100.000 toneladas en 1990. Sus terminales de carga incluyen 15.000 m2 de almacenamiento en frío, diseñado para apoyar las crecientes necesidades de la industria chilena de exportación de alimentos. En el 2005, una segunda pista entró en operación. Junto con las mejoras a la pista existente, este proyecto -que requirió una inversión de US$ 70 millones- aumentó la capacidad del aeropuerto AMB en un 30%. Bajo el programa de concesiones, una nueva carretera que une al aeropuerto con la ciudad de Santiago también ha sido construida, y se ha mejorando una segunda carretera de acceso. La nueva Carretera Costanera Norte, que entró en operaciones en abril del 2005, ha reducido el tiempo de viaje entre el aeropuerto y los principales centros comerciales y áreas residenciales de Santiago oriente a 15 minutos, desde aproximadamente 45 minutos.