TU NO ESTAS SOLO O SOLA EN ESTE MUNDO SI TE HA GUSTADO UN ARTICULO, COMPARTELO, ENVIALO A LAS REDES SOCIALES, TWITTER, FACEBOOK

lunes, abril 16, 2007

Inversión Extranjera: Una Trayectoria Exitosa

Inversión Extranjera: Una Trayectoria Exitosa

Chile es reconocido internacionalmente por su éxito en materia de atracción de Inversión Extranjera Directa (IED). De acuerdo a la publicación "2004 Informe Sobre las Inversiones en el Mundo" de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo" (UNCTAD), en el año 2003, el stock de IED como porcentaje del PIB alcanzó a 65%, casi el doble del 33,2% logrado a 1990. La cifra para 2003, se compara con un promedio de 22,9% que alcanzó el total mundial y de 31,4%, en el caso de los países en desarrollo.

 


Entre 1974 y 2004, la IED materializada totalizó US$ 74,6 mil millones, monto del cual un 88,5% ingresó al país a partir de 1990. Para el período de treinta años cubierto por nuestras estadísticas, la IED neta totaliza US$ 51,9 mil millones.

 

Resultados del año 2004: Durante 2004, la inversión extranjera materializada alcanzó US$ 7.148 millones, lo que representó un aumento del 172,8% en relación a los US$ 2.620 millones que se materializaron en 2003. El Estatuto de la Inversión Extranjera, D.L. 600, canalizó el 70% de la IED materializada en 2004, esto es US$ 5.004 millones. Por su parte, los capitales que ingresaron vía Capítulo XIV del Compendio de Normas de Cambios Internacionales del Banco Central totalizaron US$ 2.144 millones.

 

Dentro de las operaciones de mayor importancia vía D.L. 600, destacó la de Endesa España por US$ 2.152 millones, realizada a comienzos de 2004, en el marco de su proceso de reestructuración financiera. En cuanto a montos, le siguieron la adquisición de Telefónica Móviles de Chile por parte de Telefónica Móviles de España (US$ 1.368 millones), la construcción de la nueva línea de producción de metanol -de la canadiense Methanex- en la Región de Magallanes (US$ 250 millones), un aumento de capital que realizó Endesa Diversificación en Smartcom (US$ 250 millones) y la compra de los activos de AT&T por parte de la mexicana Telmex (US$ 138 millones).

 

Tendencias: Durante la década de 1990's, la inversión extranjera directa en Chile como porcentaje del PIB, alcanzó una de las proporciones más altas del mundo emergente, con una tasa promedio anual de 6,4%. Entre 1995 y 2000 esta relación subió a un promedio de 8,0% al año.

 

Luego del constante y sostenido incremento de los flujos de inversión extranjera registrado durante los 1990's  -que alcanzaron un récord de US$ 9.875 millones en 1999- el ingreso de capitales comenzó a caer significativamente a partir de 2000-2001. Este fenómeno, sin embargo, no fue resultado de la pérdida de competitividad de Chile sino que de las turbulencias por las que atravesó la economía internacional, las que afectaron los flujos de IED hacia casi todos los países, con excepción de China. Gracias al resurgimiento de las operaciones de fusiones & adquisiciones y a los nuevos proyectos que emergieron de los sectores de Minería, Telecomunicaciones e Infraestructura, los flujos de IED comenzaron a crecer nuevamente en 2004.

 

Entre 2001 y 2003, el mercado de fusiones & adquisiciones, que fuera la fuerza rectora de la IED en el mundo, se desplomó a nivel global. Por otra parte, la caída en los precios de las acciones y las menores utilidades de las empresas llevaron a numerosas empresas multinacionales a suspender o reformular sus proyectos de expansión. En alguna medida, esta tendencia constituyó un retorno hacia niveles más realistas y sustentables, luego de la llamada "burbuja de inversión" de los 1990's, década en que los flujos globales llegaron a niveles récord.
 
Adicionalmente, la inestabilidad de algunos países de Latinoamérica y las grandes pérdidas que sufrieron diversas compañías en la región, provocaron que los flujos de IED se vieran afectados notoriamente. El fenómeno de la "aversión al riesgo", acentuado por la presión ejercida por los accionistas de las empresas en dificultades, explica, en alguna medida, el escaso flujo de IED hacia los países latinoamericanos.

 

En el caso de Chile, las cifras de IED también se han visto distorsionadas por la tendencia de los inversionistas extranjeros a utilizar el mercado de capitales local para financiar sus proyectos. En efecto, gracias a la alta liquidez y dinamismo del sistema financiero chileno y a los históricamente bajos costos de endeudamiento, cada vez son más las empresas extranjeras que financian sus inversiones localmente, ya sea a través de créditos en moneda local o mediante la emisión de bonos en el mercado nacional, compensando así el riesgo por el tipo de cambio. Esta tendencia, si bien resulta muy positiva para el mercado financiero local, se refleja negativamente en las cifras de inversión extranjera. 

 

El mercado financiero chileno ha probado ser particularmente atractivo para las compañías concesionarias que desarrollan proyectos de largo plazo en el sector Infraestructura. El consorcio formado por la española Dragados y la sueca Skanska, a cargo de la concesión de la Autopista Central que atraviesa Santiago,  ha emitido bonos en UF por el equivalente a US$ 367 millones, Análogamente, el consorcio liderado por la italiana Impregilo, que construyó la autopista Costanera Norte ha emitido bonos por el equivalente a US$ 265 millones.

 

En 2004, la entrada de IED a Chile nuevamente empezó a mostrar un aumento. Esto reflejó un nuevo incremento en las fusiones y adquisiciones, además del desarrollo de nuevos proyectos en los sectores de la minería, telecomunicaciones e infraestructura.

 


Mecanismos de Inversión: Desde la entrada en vigencia del Estatuto de la Inversión Extranjera (D.L. 600) en 1974, la gran mayoría de los inversionistas extranjeros ha utilizado este mecanismo, al amparo del cual el inversionista firma un contrato con el Estado de Chile que lo autoriza a transferir capitales u otras formas de inversión y que establece sus garantías y derechos. Entre 1974 y 2004, se han materializado US$ 58.672 millones a través de este mecanismo, lo que representa un 78,6% del total de ingresos brutos de capitales al país.   

 

Existe además, como mecanismo alternativo, el capítulo XIV del Compendio de Normas de Cambios Internacionales (CNCI) del Banco Central de Chile, para lo cual los inversionistas extranjeros deben registrarse con el objeto de amparar sus inversiones bajo dicha normativa. 

 

El Capítulo XIX del CNCI, mecanismo que jugara un importante papel entre 1985 y 1991, ya no se encuentra vigente. Como tercera vía de ingreso de capitales a Chile, durante su período de operación, captó un total de US$ 3.600 millones, que beneficiaron principalmente a los sectores de Industria y Servicios.

 

 

 

 

Inversión Extranjera D.L. 600 según Sectores: Entre 1974 y 2004, el sector Minería captó el 32,6% de los ingresos brutos de IED que se materializaron a través del D.L. 600. Le siguen Electricidad, gas y agua (19,6%); Servicios (19,6%); Industria (12,9%); Transporte y comunicaciones (11,5%); Construcción (2,4%) y Agricultura, Silvicultura y Pesca (0,5% cada uno). Dentro del sector Servicios, destacan Bancos (22%), Sociedades de Inversión (20,6%), Seguros (17,1%) y Comercio (11,6%).

 

Producto de la decisión de las autoridades de eliminar las restricciones a la inversión privada en la exploración y explotación de yacimientos minerales, el sector Minería, hasta 1990, representó el 47% de las inversiones vía D.L. 600. Análogamente, las inversiones en servicios financieros comenzaron a incrementarse tras la desregulación del sector financiero.

 

Desde 1990, la participación del sector Minería en la IED comenzó disminuir gradualmente, hasta alcanzar una media de 15% en el trienio 1999-2001. Lo anterior, debido a la importancia relativa que adquirieron otros sectores de la economía nacional. En 2002, sin embargo, la minería nuevamente se elevó a una participación de 59,2% de la inversión materializada, originada principalmente, por el traspaso de los derechos de Exxon sobre el yacimiento La Disputada, a la inglesa AngloAmerican; en 2003 representó un 30% de los flujos totales. Durante 2004, el sector se vio favorecido con el ingreso de US$ 350 millones, cifra que se espera sea superior en los próximos años, debido al anuncio de nuevos proyectos en la minería del cobre y del oro, tales como Spence, de la australiana BHP Billiton y Pascua Lama de la canadiense Barrick.

 

La disminución de la importancia relativa de la inversión extranjera en Minería se atribuye principalmente a las altas inversiones en los sectores Transporte y comunicaciones y Electricidad, gas y agua. Lo anterior, provocado esencialmente por las privatizaciones en los sectores de Energía y Telecomunicaciones y en la gran competencia que se originó luego de la desregulación de los servicios de telefonía móvil y de larga distancia.

 

Por otra parte, el Programa de Concesiones, lanzado en 1995, abrió el camino hacia la participación del capital privado, principalmente extranjero, en la construcción y explotación de carreteras y aeropuertos. En los últimos años, la privatización de los servicios de tratamiento de aguas y su distribución captaron también importantes flujos de IED.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En línea con la tendencia mundial, desde 1997 y hasta 2001, Chile experimentó el gran protagonismo de las actividades de fusiones & adquisiciones, principalmente en los sectores de Servicios, Electricidad y Telecomunicaciones. A modo de ejemplo, en 1999, Endesa España pagó US$ 3.200 millones por Enersis, empresa local de electricidad, en tanto, otras grandes operaciones incluyeron, entre 2000 y 2001, la adquisición de la planta generadora de electricidad Gener por parte de la estadounidense AES Corp. y la compañía de telecomunicaciones ENTEL por parte de Telecom Italia.

 

A partir de 2001, la tendencia cambió, orientándose, esta vez, hacia proyectos que requerían menores montos de capital, pero con gran impacto en términos de creación de empleos y transferencia tecnológica. Este tipo de proyectos ha contribuido al fortalecimiento de la posición de Chile como centro regional de negocios, tanto en materia de exportación de bienes como en la provisión de servicios hacia otros países. Lo anterior ha convocado, a su vez, nuevas inversiones en el sector Servicios tales como hotelería e inmobiliario.

 

Estos pequeños proyectos de alto impacto son numerosos y diversos y van desde el desarrollo de software, call centers y centros de servicios compartidos hasta nuevas inversiones en los sectores Industria y Agronegocios. Como ejemplo de estos últimos, están la planta de cereales para el desayuno de la suiza Nestlé, implementada en abril de 2004 y localizada en Santiago, con el objeto de satisfacer la demanda regional e internacional del producto y la fábrica de alimento para salmones, inaugurada en la zona sur de Chile por la holandesa Nutreco, ambas por US$ 25 millones.

 

Durante 2004, nuevamente en línea con la tendencia mundial, la actividad de fusiones & adquisiciones ha retomado su dinamismo. Una vez más, el mercado chileno experimentó el resurgimiento de las compras de compañías locales por parte de empresas extranjeras. Simultáneamente, firmas chilenas han comenzado a comprar los activos de compañías extranjeras que operan en el país. Como ejemplo de lo anterior, el Banco chileno Security adquirió los activos del Dresdner Bank, en tanto que la inglesa Anglian Waters transfirió sus instalaciones de tratamiento de aguas Esval a un consorcio nacional. Diversos analistas de mercado estiman que esta tendencia se mantendrá, dado que las firmas chilenas comienzan a constituirse en empresas globales, poseen amplio respaldo financiero y requieren, por tanto, expandir sus operaciones. Además, a principios del 2005, un grupo local adquirió de Telecom Italia el control de la empresa de telecomunicaciones Entel. Los analistas de mercado anticipan que esta tendencia continuará a medida que las empresas chilenas, con amplio respaldo financiero, busquen extender su mercado y hacerse más globales.

 

Origen de la Inversión: Entre 1974 y 2004, un 29,2% de las inversiones al amparo del D.L. 600 se originaron en Estados Unidos, seguido por España (23,4%), Canadá (14,2%), Reino Unido (8,9%), Australia (3,8%) y Japón (3%). Durante igual período, los 15 países que conformaron la Unión Europea hasta 2003, materializaron inversiones por un 42,5% del total ingresado a través del D.L. 600. Los países miembros de la OCDE, en tanto, acumularon el 93,7% del total.

 

Destino de la Inversión: El 36,9% de la IED materializada entre 1974 y 2004 corresponde a proyectos multirregionales; un 29,1% se radicó en la Región Metropolitana, seguida por las II y I Regiones, en el norte del país, que acumularon un 13,6% y 5,8% de los flujos totales, respectivamente.

 


Inversión D.L. 600 neta acumulada 1974-2004: En 2004, el Comité de Inversiones Extranjeras comenzó a difundir las estadísticas relativas a los flujos netos de inversión extranjera, con el objeto de corregir las distorsiones producidas por las operaciones de ingeniería financiera, las remesas de capital y el pago anticipado de créditos que realizan las empresas. En este contexto, la inversión neta acumulada D.L. 600 durante el periodo 1974 a 2004 alcanzó a US$ 41.024 millones.

 

Los sectores que acumulan la mayor cantidad de IED neta entre 1974 y 2004, son: Minería con un 23,5%, Servicios con 21,8%; Electricidad, gas y agua con 21,1%; Transporte y comunicaciones con 15,3% e Industria con 13,6%.  

 

En lo que respecta a la IED neta por país de origen, España encabeza la lista con un 25,5 % del total de flujos netos, seguido por Estados Unidos con 23,8%, Canadá con 13,7% y Reino Unido con 8,2%.

 

 

 

 



SALUDOS CORDIALES
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
CONSULTAJURIDICACHILE.BLOGSPOT.COM
Telefomo: 5839786
CONSULTENOS, ESCRÍBANOS
TELEFONO: CEL. 76850061
RENATO SANCHEZ 3586 SANTIAGO,CHILE

No hay comentarios.: